El día viernes nos quedamos en Santiago, en un hostal en
plena plaza Italia, al lado de la embajada de Argentina. En la mañana mi
familia desayuno antes que yo, ya que tenía que enviar unos mails a los de
Rotary, por lo tanto desayune sola. Mi mano tiritaba cuando tomaba el yogourt
que iba de un lado a otro y lo tuve que dejar sobre la mesa para no dejar
destrozos, luego en el aeropuerto hicimos todos los tramites de las maletas, me
había pasado por un poco pero al fin y al cabo al tipo le dio igual, paso harto
rato, etc. Luego fue la despedida y como me dijo una Alemana que estaba en
Talca: Es que la despedida es lo más raro porque te tienes que ir y es como que
dices “Chao nos vemos en un año” y te tienes que ir. Fue lo que paso, yo me
veía destrozada llorando a mares en el avión, aunque no paso. Entramos a
policía internacional, luego esperamos en la puerta que nos correspondía y la
habían cambiado a unas más allá, creo que fue el mayor inconveniente y por lo
demás tuve un vuelo bastante bueno, sentada entre una sra. Chilena y un gringo
que tomo millones de botellas de vino, cerveza y wiski una tras otra. Mientras
yo en cambio me dedique a ver películas de Disney que ya habían salido del
cine.
Hubieron turbulencias y no pude pararme al baño hasta unas
tres horas después, con lo cual estaba todo el avión caminando y dándose
vueltas, el vuelo no fue para nada trágico como imagine, no llore, no me aburrí
tanto como pensé, a excepción de las últimas horas y ni las turbulencias fueron
trágicas, sino más bien cómicas ya que
muchos se asustaron.
En fin, llegamos a París y entre todas las cosas preguntamos
donde quedaba la puerta por la cual nos correspondía entrar y la Sra. Nos
entendió mal y nos hizo hacer un
check in
en un lugar nada que ver ya que eso era para los que salían, me tuve que sacar
los zapatos y a Nico le confiscaron la coca-cola comprada hace 5 minutos. Luego nos logramos ubicar, nos compramos una
botella de agua y partimos a esperar fuera de la puerta la cual estuvo vacía
como dos horas hasta que al fin llego el avión, no me alcance a subir cuando ya
estaba durmiendo, Nicolas envidiable ya que pudo dormir durante todo el
trayecto, yo me desperté y me fui a conversar con las otras dos chicas, entre
tanto nos encontramos con un mexicano y un peruano que tomaron el mismo vuelo
así que en Helsinki nos ubicamos entre todos pese al idioma. Nos estaban
esperando unas señoras rotarias las cuales estaban de horas antes recibiendo
chicos, nuestro vuelo llegó a las 19.15 y luego de esperar a los demás, etc. Partimos
a Karkku a las 00.30 y aquí estoy terminando de escribir esto a las 4.15 AM,
ahora me ducho y luego a dormir hasta las 8.00 si no más temprano ya que a esa
hora comienzan las actividades.